*La capilla ardiente abrirá hasta las 13 horas del sábado, dos ante que los funerales
*El tenor va ataviado con un esmoquin negro y una pajarita y un pañuelo blancos
Su recordatorio incluye una estrofa de 'Sobre las alas de un águila'
*El féretro está ante el altar de la catedral, arropado por dos centros de flores
El feretro con el cádaver del tenor italiano
Luciano Pavarotti —
fallecido este jueves a los 71 años—, vestido como en uno de sus grandes actuaciones, ha quedado instalado al pie del altar de la catedral de su ciudad natal, Módena, en el norte de Italia.
Cientos de ciudadanos han pasado durante la noche del jueves y la madrugada del viernes ante el ataúd del maestro, de madera en color claro y abierto, pero cubierto con un ligero y transparente tejido en tono burdeos.
Los restos mortales de Pavarotti están amortajados con un esmoquin negro y una pajarita blanca, y entre las manos lleva un rosario y un pañuelo blanco, igual al que el tenor sacaba en muchos de sus conciertos para enjugarse el sudor mientras cantaba.
El féretro se ha depositado ante el altar de la Catedral, junto a un gran cirio y con un centro de flores a cada lado, mientras en suelo, junto a la cabecera, hay un ramo de rosas de color rosa.
En la puerta lateral de la fachada, por la que se accede a la capilla ardiente, así como en la salida se han instalado pequeñas mesas con una fotografía de Pavarotti, en un marco de madera decapada, junto a una hojas donde los ciudadanos que lo desean pueden dejar su firma.
Hasta 40 minutos de espera
Muchos ciudadanos recibieron un recordatorio, con una foto en blanco y negro de Pavarotti, sus fechas de nacimiento y muerte, 12 de octubre 1935 - 6 de septiembre 2007, además de una estrofa de 'Sobre las alas de un águila', uno de los cantos que se entona durante la misa.
Los ciudadanos, en su mayoría de Módena, esperaron unos 40 minutos para poder acceder al interior de la Catedral y, en riguroso silencio pasaron ante el féretro, momento en el muchos se santiguaban.
Algunas personas se paraban un breve instante ante el ataúd, momento en el que a una mujer se le escaparon algunas lágrimas. Durante la larga espera algunas personas encontraban conocidos en la fila, mientras otras entablaban breves conversaciones sobre el tenor y su vida.
Una mujer recordaba a otra que ella, "realmente" había llorado en 2003, durante el parto prematuro en el que murió Ricardo, uno de los hijos gemelos que el tenor esperaba de su mujer, Nicoletta Mantovani, del que nació la pequeña Alice, de cuatro años.
La capilla ardiente cerró sus puertas hasta las 00.00 horas del viernes, y volverá a abrir al público de 04.00 a 22.00 horas, y el sábado hasta las 13.00 horas, mientras los funerales se celebrarán en la misma catedral a las 15.00 horas del mismo día.